Es habitual oír hablar de personas con carácter. Pero, ¿qué es el carácter? ¿Qué define esta característica tan valorada en las personas? A lo largo de este texto exploraremos qué es el carácter, las diferencias entre el buen y el mal carácter, qué es el carácter para la psicología y cómo lo utilizamos en la vida cotidiana.

¿Qué es el carácter?

El carácter es una cualidad distintiva de un individuo, que define su carácter. En otras palabras, es a partir del carácter de una persona que tomará decisiones respetuosas y se relacionará con los miembros de una comunidad con honestidad y comprensión.

Por lo tanto, no es correcto decir que una persona tiene mal carácter. De hecho, o tiene carácter o no lo tiene. Esto significa que, por definición, el carácter es necesariamente algo positivo, que nos ayuda a vivir en sociedad siguiendo las normas ya establecidas.

Además, el carácter se construye a partir del entorno social en el que vive un individuo. Si sigue las normas del lugar en el que ha nacido, por ejemplo, aunque estas normas no encajen en otros lugares, aún se puede decir que tiene carácter.

Así que debes estar imaginando que todas las personas tienen carácter, ya que todo depende del entorno en el que alguien creció. Pero no es exactamente así. En el próximo tema, entender más sobre este tema.

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Diferencias entre buen carácter y mal carácter

Ya has entendido que el carácter es la capacidad de una persona para seguir las normas impuestas por la sociedad. Pero, ¿sabes cuáles son las señales de que alguien tiene buen carácter? y ¿qué demuestra que alguien tiene mal carácter o no tiene carácter?

Buen carácter

Una persona con buen carácter es aquella que actúa de forma coherente la mayor parte del tiempo. Es fiel a los valores que ha aprendido, transmite confianza a los demás, es responsable de sus propias actitudes y es considerada honorable por la sociedad.

Otra característica destacada de una persona de buen carácter es que no se deja llevar por influencias negativas ni renuncia a sus propios valores, incluso cuando podría beneficiarse de ello.

Mal carácter

En cambio, una persona de mal carácter, o que no tiene carácter, es lo contrario de la persona de buen carácter: es deshonesta, no respeta los límites de los demás individuos, transgrede las normas de la sociedad y es inconsecuente.

Como resultado, un individuo de mal carácter es voluble y poco fiable. En cualquier momento puede tirar de la manta en beneficio propio, ya que no está comprometido con unos valores bien definidos.

De este modo, lo mejor es que la sociedad esté formada por personas de buen carácter, que reconozcan y respeten las leyes que han sido definidas por la colectividad. Sin embargo, hay un sin embargo en esta cuestión que puede ser evaluado por la psicología ¡Aprenda más!

Carácter para la psicología

Según la psicología, el carácter es un sistema que alberga nuestras virtudes, indicándonos lo que está bien y lo que está mal. Sin embargo, lo que define estas virtudes es la sociedad, que dicta las normas que todo el mundo debe seguir.

Por lo tanto, cuanto más sigue un individuo los límites que impone una comunidad, mejor es su carácter. Pero una persona que va en contra de este sistema o que quiere romper ciertos ciclos puede ser vista como de mal carácter, o sin carácter.

Basándose en esta definición, la psicología dice que el carácter de alguien está asociado al grado en que este individuo puede adaptarse al contexto en el que vive. Basándose en esta adaptación, la sociedad define algunos estereotipos sobre los tipos de carácter de cada persona:

1) Carácter dramático

El carácter dramático es típico de las personas que tienden a mostrar sus emociones con intensidad, principalmente para reforzar su perspectiva sobre algo. Aunque puede ser una estrategia de manipulación, también puede ser un indicio de una sensibilidad exacerbada.

2) Carácter cobarde

Como su nombre indica, el carácter cobarde se asocia a personas que no pasan a la acción cuando es necesario, que se rinden ante los retos y que se someten fácilmente a los deseos de los demás. Esto puede ser el resultado de una educación sobreprotectora, que impidió a la persona desarrollar su autonomía.

3) Carácter religioso

El carácter religioso está relacionado con la espiritualidad de una persona o incluso de un objeto. Por tanto, es algo o alguien que representa un símbolo, que tiene un aura sagrada y que debe protegerse de cualquier daño o fuerza negativa.

4) Carácter especulativo

En esta situación, el personaje se clasifica como especulativo porque no se tiene una idea clara sobre una persona o un asunto. Aún existen dudas sobre las verdaderas intenciones o la utilidad de quién o qué se está analizando.

También es importante mencionar que, aparte de la percepción que la sociedad tiene de un individuo, el carácter es una parte importante de su personalidad, que indica cómo afrontará esa persona las distintas situaciones.

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A través de los contenidos presentados, entendemos que el carácter es el conjunto de virtudes de un individuo, que le ayudan a actuar cuando es necesario decidir entre el bien y el mal. En este proceso, la visión de la sociedad importa mucho, siendo una de las bases que define el carácter de alguien. Después de aprender todo esto, ¡reflexiona sobre tu carácter!

Diferencia entre carácter y personalidad

En el lenguaje cotidiano, los términos "personalidad", "temperamento" y "carácter" se utilizan a menudo como sinónimos; sin embargo, a partir de la psicología se han establecido límites claros entre estos tres conceptos, que dan cuenta de aspectos diferenciados de la experiencia humana.

Mientras que nacemos con temperamento y éste es la base de lo que seremos en la vida, el carácter es el resultado del trabajo de moldear ese primer rasgo inicial. Así pues, el carácter es modificable, educable, adquirido y puede moldearse y controlarse en sus diversas manifestaciones externas. La base del carácter suele formarse en la infancia y la adolescencia a través de las relaciones, la educación, la interacción social y laexperiencias.

Por tanto, la integración de temperamento y carácter determina la forma de actuar, definida como personalidad, que es la manera de poner en práctica la forma de ser (por ejemplo, alguien puede ser miedoso [carácter] y comportarse con valentía [personalidad]). Es el resultado de la relación de sus sistemas psíquicos y de cómo los manifiesta en concreto: las percepciones, lo cognitivo, las emociones, la motivación y la acción.

La personalidad, por su parte, es el resultado de la construcción del individuo dada por su experiencia, el entorno familiar, cultural y social en el que crece, la educación que ha tenido y las elecciones vitales que ha hecho.

Carácter en la vida cotidiana

¿Se ha encontrado alguna vez en una situación en la que se haya puesto a prueba su carácter, voluntaria o involuntariamente? Por ejemplo, ¿alguien que le dio demasiado cambio; o un pasajero anterior que, con las prisas, olvidó su cartera en el taxi que acababa de coger? ¿O esas pruebas de honestidad que vemos habitualmente en la televisión o en la web?

En caso afirmativo, ¿cuál fue tu reacción? Intenta analizar si, en algún momento, dudaste, sopesaste los pros y los contras de una actitud dubitativa, o si no te lo pensaste dos veces e hiciste lo que había que hacer, sin pensar en represalias ni en quedar bien, o aún, sin hacer publicidad ni alboroto al respecto.

Sólo hacía lo que consideraba correcto, basándose en los principios de honradez e integridad. Eso es rectitud de carácter. Hacer lo correcto sin pensar que merece ser alabado por ello.

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Debemos pensar siempre en las consecuencias de nuestras actitudes, tanto para nosotros mismos como para las personas a las que dirigimos nuestros actos. Ese dinero olvidado en la calle puede ser lo único que tenga esa persona, o el valor del alquiler, o la compra de un medicamento que puede ser esencial para mantener su vida.

Y lo más importante: no debemos apropiarnos de lo que no es nuestro. No debemos engañar a la gente ni aprovecharnos de los demás. El carácter, a pesar de cualquier definición metalingüística, es una cuestión de respeto y empatía con los demás, y de compromiso con lo que es correcto.