¿Qué es la reciprocidad?

 ¿Qué es la reciprocidad?

Tom Cross

Seguro que has oído alguna vez la frase "la amabilidad engendra amabilidad" o la que dice "trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti". Ambas son estupendas para ilustrar una acción que hace mucho bien a la gente: la reciprocidad.

Cuando una persona dirige un acto positivo a alguien, y esa persona le corresponde de la misma manera, se crea una conexión que no se puede deshacer. Es el comienzo de un ciclo de amabilidad, respeto y gratitud.

Por eso se habla tanto de reciprocidad, ya sea con desconocidos, familiares, amantes, amigos o compañeros de trabajo. Para entender mejor esta palabrita -tan poderosa en la práctica- conozca su significado a continuación.

Lo encontrará en este artículo:

  • ¿Qué significa reciprocidad?
  • ¿Qué es un sentimiento recíproco?
  • ¿Cómo se manifiesta la reciprocidad en las relaciones?
  • Reciprocidades en el amor
  • Reciprocidad en la amistad
  • Reciprocidad en la familia
  • Reciprocidad en el trabajo
  • Ventajas de practicar la reciprocidad
  • ¿Cómo practicar la reciprocidad?
  • ¿Por qué no podemos actuar siempre recíprocamente?

¿Qué significa reciprocidad?

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Empatía, sororidad, reciprocidad... Son tantos los términos que han aparecido últimamente que resulta difícil entender qué significan realmente en la vida real. Entonces, ¿qué significa reciprocidad?

Esta palabra procede del latín "reciprocus", que significa "pasar de un lado a otro". Con el tiempo, ha adquirido un nuevo significado: es la práctica de realizar intercambios entre dos partes con vistas a un beneficio mutuo. En este caso, las partes pueden ser personas, organizaciones, países, empresas, etc.

En la vida cotidiana, este intercambio está ligado a las relaciones entre individuos. Si alguien te hace un cumplido, ¡la sensación es tan buena que el deseo es corresponder con otro! Así, una buena acción genera otra buena acción como respuesta. Es un acuerdo de dar y recibir; es una postura de correspondencia, en la que lo que das a la otra persona vuelve a ti en la misma proporción (para bien o para mal).

¿Todavía te cuesta entender qué es la reciprocidad? Tranquilo, porque a continuación verás algunos ejemplos que conoces bien.

¿Qué es un sentimiento recíproco?

Seguro que has oído alguna vez que la reciprocidad lo es todo en una relación. En general, la gente dice esto porque se basa en un sentimiento recíproco que nos permite alinear nuestros planes y nuestras expectativas con aquellos a quienes queremos y hablar de asuntos importantes sabiendo que la relación es segura, por ejemplo.

Un sentimiento recíproco es aquel que se construye con el tiempo, sobre todo cuando pensamos en la reciprocidad en las relaciones. La reciprocidad no se cobra y se conquista a medida que dos individuos alimentan los mismos sentimientos el uno por el otro.

Es el sentimiento recíproco que hace que una persona esté segura de que otra siente lo mismo que ella respecto a una relación, sea del tipo que sea. Por lo tanto, el sentimiento recíproco puede ser positivo o negativo, siempre que lo compartan dos o más individuos.

En otras palabras, aunque dos personas encuentren formas distintas de mostrar sus sentimientos hacia la otra, saben que se quieren, les gustan, les disgustan o se odian en la misma medida.

En el siguiente tema, obtendrás una comprensión práctica de lo que es la reciprocidad en el amor, entendiendo cómo se manifiesta este sentimiento en las relaciones. Empieza a comprender este sentimiento a partir de la información que te ofrecemos a continuación.

¿Cómo se manifiesta la reciprocidad en las relaciones?

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La verdad es que el ser humano está condicionado a responder de la misma manera en que se le trata. Si recibe amabilidad y respeto, devuelve amabilidad y respeto. Es así con las personas que acaba de conocer y también con las que conoce desde hace muchos años.

Así pues, la reciprocidad es lo que impulsa y alimenta todas las relaciones de una persona, sea cual sea su ámbito de vida. Cuando se encuentra con alguien que responde a sus acciones, se crea un vínculo. Y a este vínculo se le puede llamar como se quiera: amistad, amor, afecto, complicidad...

Reciprocidad en el amor

En una relación amorosa, la reciprocidad es la clave de una unión estable y duradera. Esto es así porque sólo en el diálogo y en la voluntad de devolver al otro lo que ofrece se sostiene una relación durante años y años.

Puedes notar que cuando hay falta de reciprocidad, comienzan las peleas, las discusiones, el desgaste, el distanciamiento e incluso la ruptura. Si esto ocurre, es necesario hablar de las expectativas que cada uno tiene, y luego alinearlo todo para que ambos puedan estar al mismo ritmo, en la medida de lo posible.

Si, aun así, la relación no mejora, lo mejor es seguir tu propio camino, abriéndote a otras personas dispuestas a dar y recibir con la misma intensidad.

Reciprocidad en la amistad

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En una relación de amistad, el razonamiento es el mismo. Sin embargo, como las personas suelen tener varios amigos, a diferencia de lo que ocurre en una relación amorosa, hay menos exigencia y las cosas tienden a fluir con más facilidad.

Si tu amigo muestra alegría por tus logros y siempre está dispuesto a escuchar tus quejas cuando las cosas van mal, se espera que tú hagas lo mismo cuando le toque a él. Juntos se prestan apoyo mutuo, lo que no hace sino reforzar la amistad.

Por eso pueden pasar semanas, meses o años sin que los amigos se vean. Cuando se reencuentran, el sentimiento de compañerismo es el mismo que antes, porque saben que pueden contar el uno con el otro, sin importar la distancia ni la situación.

Reciprocidad en la familia

En la familia, este sentimiento es aún más natural. Después de todo, ¿cómo puede un niño no estar agradecido a sus padres, que le ofrecieron todo lo que necesitaba desde su nacimiento? ¿Y cómo pueden los padres no sentir un amor incondicional por un hijo que ha cambiado su forma de ver el mundo desde el descubrimiento de su embarazo?

El vínculo familiar es originalmente fuerte. sin embargo, esto no significa que la reciprocidad no deba trabajarse a diario en casa. es necesario que todos estén abiertos a escuchar, mostrando apoyo en todo momento.

Aunque haya desacuerdos (es normal y ocurre en cualquier familia), es fundamental hablar con amor y comprensión.

Reciprocidad en el trabajo

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En el trabajo, las relaciones suelen ser un poco más complicadas, ya que hay mucha competencia, estimulada por la propia empresa. Aun así, hay espacio para la reciprocidad, y cuando existe, el ambiente corporativo suele ser mucho más agradable.

Cuando un jefe anima a su empleado a crecer y éste se esfuerza por conseguirlo, existe una relación recíproca. Cuando tratas bien a un colega y éste se acuerda de ello cuando encuentra una vacante igual a la tuya, existe una relación recíproca. Cuando un equipo se ayuda mutuamente hacia un objetivo común y todos evolucionan, existe una relación recíproca.

Y esto no es sólo palabrería motivacional, no. La reciprocidad, además de alimentar relaciones sanas, también aporta innumerables beneficios, que descubriremos a continuación.

Ventajas de practicar la reciprocidad

Aunque tengas una buena actitud y la persona no te corresponda, ten por seguro que el universo te recompensará de la mejor manera posible. No en vano, actuar de forma recíproca promueve las siguientes ventajas en la vida de una persona:

  • contribuye a un mundo mejor;
  • crea un entorno más ligero y saludable para todos los que le rodean, ya sean amigos, pareja, familiares o compañeros de trabajo;
  • anima a devolver lo bueno que hacen los demás sin segundas intenciones;
  • anima a otras personas a ayudarte, cuando lo necesitas, porque están motivadas por la gratitud;
  • hace que tus jefes o superiores reconozcan tu voluntad de ayudar en el entorno empresarial;
  • muestra a la gente que te rodea que la amabilidad realmente engendra amabilidad;
  • aumenta la tranquilidad, porque sabes que estás haciendo un bien a tu prójimo.

Interesante, ¿verdad? Sin embargo, puede que estés pensando: "sobre el papel, todo esto es muy bonito, pero en la práctica, ¿cómo puedo ser más recíproco con la gente que me rodea?" Sigue leyendo para aprenderlo.

¿Cómo practicar la reciprocidad?

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Hay dos cosas que debes tener en cuenta si quieres practicar más la reciprocidad en tu vida. La primera es que la verdadera reciprocidad sólo se da si la acción se realiza de forma espontánea, sin aspirar a nada a cambio. Para ser recíproco, hay que serlo de corazón, porque la reciprocidad no se cobra. Precisamente por eso, hay situaciones en las que la reciprocidad no se dará. Aquí es donde entra el segundo consejo:Cuidado con las expectativas; la amabilidad debe ser el único centro de tu acción.

Simples gestos cotidianos (como hacer un cumplido o comprar un regalo cuando la otra persona se siente triste) son una forma de estimular este flujo de compasión y respeto.

Sin embargo, más allá de estas acciones puntuales, necesitas crear hábitos que hagan que la gente quiera corresponder a tu amabilidad. Estos son:

  1. Ten empatía: Ponte en el lugar de la otra persona, así será más fácil entender cómo ve tus actitudes y qué le gustaría recibir a cambio;
  2. Expresar gratitud: Ser agradecido es también una forma de corresponder a una buena acción, además de favorecer el surgimiento de vínculos auténticos;
  3. Aprende a escuchar: Escucha atentamente lo que dice la otra persona para ver qué se puede mejorar en tu relación;
  4. Sé responsable: si quieres más reciprocidad en una relación, debes responsabilizarte de tus actos y de cómo afectan al otro;
  5. Diálogo: Para que se cumplan las expectativas de todos los implicados, la honestidad y la sinceridad son fundamentales;
  6. Ten respeto: Las personas sienten, piensan y actúan de maneras diferentes, y respetar esto es el primer paso hacia la verdadera reciprocidad.

Basándote en todos los consejos anteriores, te resultará mucho más fácil poner en práctica la reciprocidad. Pronto, se convertirá en algo natural en tu forma de relacionarte. Pero... ¿y si no ocurre? Entiende, en el siguiente tema, en qué te puedes estar equivocando.

¿Por qué no podemos actuar siempre recíprocamente?

Como cualquier hábito, la reciprocidad sólo llega después de un tiempo, con la repetición, por lo que en algunas situaciones puede que no seas capaz de seguirlo hasta que se convierta en parte de tu vida diaria.

Esto puede ocurrir cuando antepones tus creencias y tus valores a todo lo demás, sin ser capaz de ver el problema a través de los ojos del otro. Estos elementos son importantes para entender el mundo, pero no son los únicos. Recuerda que la riqueza reside en las diferencias, de ahí la necesidad de empatía.

Otro momento en el que tendemos a dejar de lado la reciprocidad es cuando nos situamos en una posición muy alejada del otro, por ejemplo, cuando vemos por televisión los testimonios de las víctimas de una tragedia. No porque no nos afecte el problema es inferior al nuestro, un día podrías estar tú allí.

De hecho, culpar a las víctimas es otra forma de no practicar la reciprocidad. ¿Puedes afirmar, con certeza, cómo actuarías tú en una situación de presión extrema? Probablemente no, ¿verdad? Entonces, ¿cómo eres capaz de juzgar a alguien que ha perdido la cabeza? Es necesario despojarse de prejuicios antes de juzgar la acción de la otra persona.

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Por último, también es importante recordar que la reciprocidad no sólo se limita a las buenas acciones. El odio también puede ser recíproco, cuando te cae mal alguien a quien tú también le caes mal. En cierto modo, el sentimiento está ahí, pero de una forma que consume a ambas partes, y no las beneficia.

Como hemos visto, volverá a ti con la misma intensidad. ¿Qué eliges recibir? Piénsalo.

Tom Cross

Tom Cross es un escritor, bloguero y emprendedor que ha dedicado su vida a explorar el mundo y descubrir los secretos del autoconocimiento. Con años de experiencia viajando a todos los rincones del mundo, Tom ha desarrollado un profundo aprecio por la increíble diversidad de la experiencia humana, la cultura y la espiritualidad.En su blog, Blog I Without Borders, Tom comparte sus ideas y descubrimientos sobre las preguntas más fundamentales de la vida, incluyendo cómo encontrar un propósito y significado, cómo cultivar la paz interior y la felicidad, y cómo vivir una vida verdaderamente plena.Ya sea que esté escribiendo sobre sus experiencias en aldeas remotas de África, meditando en antiguos templos budistas en Asia o explorando investigaciones científicas de vanguardia sobre la mente y el cuerpo, la escritura de Tom siempre es atractiva, informativa y estimulante.Con una pasión por ayudar a otros a encontrar su propio camino hacia el autoconocimiento, el blog de Tom es una lectura obligada para cualquiera que busque profundizar su comprensión de sí mismo, su lugar en el mundo y las posibilidades que le esperan.