¿Qué es una persona permisiva y por qué no serlo?

Tabla de contenido
Perdonar y saber ceder son, sin duda, virtudes. En cuanto a la primera, es importante pensar que perdonarnos a nosotros mismos y a los demás es un acto noble y sumamente necesario para avanzar en diversas situaciones de la vida. Sólo a través de este acto podemos reconocer nuestros errores (así como comprender los errores de otras personas) y acceder a un camino para convertirnos en personasmejor.
Sin embargo, ser demasiado indulgentes con nosotros mismos o incluso ser extremadamente tolerantes con los errores de los demás puede atraparnos y traernos consecuencias desagradables. Esto se debe a que ser demasiado indulgentes y ceder demasiado puede convertirnos en permisivos. Y una persona permisiva se enfrenta a dilemas y problemas que van unidos a cuestiones como la inseguridad, la falta de autoestima y la pasividad (esta última,en sentido negativo).
¿Qué es una persona permisiva?
En pocas palabras, ser una persona permisiva es no saber decir "no". Generalmente, para complacer a los demás y porque no sabe enfrentarse al rechazo, la persona permisiva acepta y consiente todo lo que se le dirige: peticiones, favores, invitaciones, etc. Dice "sí" a ese amigo que le ha pedido dinero prestado, dice "sí" al enamorado que le ha insistido en intercambiar alguna intimidad, dice "sí" a alguien tóxico en su vida, etc.
En esta onda de afirmar tantas cuestiones que quería negar, la persona permisiva se está atrapando constantemente en situaciones incómodas, que le hacen mal. Esto trae graves consecuencias psicológicas no sólo a corto plazo, sino también a largo plazo, ya que ser alguien tan pasivo en las relaciones sociales puede dejar secuelas para toda la vida. Al permitir todo a todos y siempre, esta personaTambién está permitiendo que abusen de ella y le falten al respeto, dándoles la oportunidad de aprovecharse de su buena voluntad.
¿Pereza y permisividad son lo mismo?
La pereza y la permisividad no son necesariamente la misma cosa, pero sin duda una puede llevar a la otra. La pereza, una y otra vez, puede dar lugar a la afirmación de un "sí" no deseado, y esto probablemente le ha ocurrido a cada persona al menos una vez en su vida.

Kebs Visuals / Pexels
A veces nos da pereza rebatir algo o a alguien, o nos parece demasiado trabajo justificar y sostener nuestro "no" sincero, así que simplemente cedemos y acabamos involucrándonos en una situación que en un principio no queríamos. Hasta ahí todo bien! De momento, acabamos afrontando esa situación para hacer media con un ser querido o para acabar de una vez por todas con algo queLlevamos mucho tiempo estancados.
El problema es cuando esto se convierte en rutina y, lo que es peor: cuando nos volvemos incapaces de evitarlo y afrontar las verdaderas respuestas a nuestros deseos. Es entonces cuando nos entregamos a la permisividad, que puede ser realmente perjudicial para nuestra salud mental, nuestras relaciones y nuestra vida.
¿Es un problema perdonar en exceso?
Saber perdonar, tanto a uno mismo como a los demás, es un acto noble que permite despejar muchos caminos y avanzar, contribuyendo a diversos procesos y relaciones en nuestras vidas. Sin embargo, por más que se sepa que nada en exceso es bueno para nosotros, el exceso de perdón también culmina en consecuencias negativas para quien perdona demasiado.

Kebs Visuals / Pexels
Esto se debe a que cuando perdonamos demasiado a alguien, le acostumbramos a cometer errores con nosotros. Por ejemplo: la persona con la que sales vacila contigo todo el tiempo, pero tú siempre cedes y acabas perdonándole, sin que afronte las consecuencias de su propio error. Así, seguirá vacilando porque sabe que, al final, siempre tendrá tu perdón y saldrá indemne de sus faltas. Y esto también se aplica a nuestra relación de parejacon nosotros mismos.
Cuando somos demasiado autoindulgentes, nos impedimos evolucionar. Tolerar demasiado nuestros errores y fijarnos como víctimas de cada situación son síntomas de autosabotaje. Mientras nos perdonamos todo el tiempo, pensando que nos estamos matando por respetar nuestros límites y nuestra salud mental, en realidad estamos dudando de nuestra propia capacidad para actuar de formas diferentes. Para crecer ycambiar como seres humanos en constante proceso y mutación.
¿Cómo perdonarse sin ser permisivo?
Aunque no debes perdonarte demasiado, tampoco es sano irte al otro extremo, siendo demasiado duro contigo mismo y no dejando pasar ninguna de tus faltas. Es importante tener un equilibrio: que sepas exigirte demasiado, sin inclinarte por una intensa autoexigencia, pero que también sepas perdonarte, sin convertirte en una persona permisiva.
La respuesta a "¿Cómo perdonarse sin ser permisivo?" es en realidad una respuesta que sólo puede venir de ti, ante lo que veas de posibilidades dentro de tu propia vida. Ten en cuenta que necesitas, ante todo, respetarte a ti mismo en todo momento, lo que incluye respetar tus procesos deY, antes de perdonar todo lo que haces, por "lástima" de ti mismo (que es lo que ocurre la mayoría de las veces), racionaliza.

Alex Green / Pexels
Cuando te enfrentes a tus errores, pregúntate si realmente tenías salida o si podías haber encontrado otra alternativa. Y lo más importante de todo: estate atento también para las próximas veces que ocurran cosas parecidas, para que estés despierto y consciente de tus propias actitudes, intentando no caer en los mismos errores.
¿Cómo olvidar sin ser permisivo?
De la misma manera que la pregunta anterior de saber perdonarte sin convertirte en una persona permisiva, olvidar y superar algo sin caer en la permisividad pasa por observarte y entender la diferencia entre lo que es aceptable en tu vida y lo que cruza una línea hasta el punto de ser perjudicial para ti.
Para ser una persona madura y equilibrada no debes olvidar todas las veces que te han hecho daño. De hecho, ser una persona madura y equilibrada funciona al revés: tienes que saber poner límites. No permitas que nada traspase tus límites y tómate tu tiempo para superar las situaciones que te han hecho daño o te han disgustado.

ROMAN ODINTSOV / Pexels
Por otro lado, si el error de otra persona es algo que no te afecta tanto y se puede olvidar, déjalo pasar y no pierdas el tiempo, deja pasar el error de esta otra persona. Una vez más, lo importante es ser siempre consciente de cómo reverberan las cosas en tu interior, respetándote a ti mismo.
¿El miedo al cambio también es un problema?
El miedo nos impide seguir muchos caminos que son esenciales para nuestra trayectoria de evolución personal. Aunque es positivo para mantenernos alerta y hacernos evitar conflictos, puede ser un gran problema. Dentro del tema de la permisividad, el miedo al cambio y a enfrentarte a la vida diciendo bien "no" puede estar impidiéndote alcanzar objetivos de gran importancia en tu vida.
¿Conoces a una persona que parece ser demasiado amable? ¿Alguien que nunca se molesta por nada, nunca pone límites a los demás, aceptando cualquier tipo de comportamiento? En principio, este individuo es una compañía agradable, ya que hace todo por los demás, perdona todos los errores y nunca se queja de nada. Pero, ¿es esta persona realmente feliz? Para reflexionar sobre este tema, puedestienes que entender qué es una persona permisiva y por qué no deberías ser así. A partir de la información que hemos separado, analiza cómo te has estado comportando para dar prioridad a tu bienestar. Cambia tu comportamiento si es necesario.
También le puede interesar
- Diferenciar entre autoritarismo y permisividad en la disciplina positiva
- Averigüe si estamos obligados a perdonar a los demás
- Aprende a respetar tus límites
- Parada colectiva, una buena justificación para su cambio de ruta
- ¿Busca un descanso de las prisas diarias?
Te estás diciendo a ti mismo que no eres capaz de cambiar; tienes miedo al cambio y eso es, sí, un problema que te aqueja. Por doloroso y desafiante que pueda ser, salir de la zona de confort y enfrentarse al cambio esVístete con valentía y te sorprenderás de los resultados que te aportará este movimiento.
Dicho todo esto, llegamos a la conclusión de que sí, hay que ser tolerante con uno mismo y con los demás, pero también hay que ser sensato y juzgar si hay algo que te hace daño (ya venga de fuera, de las acciones de los demás o de ti mismo). Para no ser permisivo, por tanto, hay que no permitir que te hagan daño o que te lo hagas a costa de tu propia salud y bienestar. Por tanto, esAhora tienes que aprender a decir "no" a lo que te perjudica.