Sintomatología psicopatológica en adultos víctimas de abusos sexuales en la infancia.

Llevo más de quince años asistiendo a niños y adultos que fueron víctimas de abuso sexual infantil, y me he dado cuenta de que hay poco material sobre el tema, principalmente en lo que se refiere al daño psicopatológico, que se centra en la infancia.

Mientras tanto veo la necesidad de escribir y empezar a reflexionar sobre los desdoblamientos psicopatológicos en un adulto que ha sido víctima de abuso sexual en la infancia.

Un punto a debatir es que clínicamente he podido observar que existen algunas características de personalidad y comportamiento -e incluso trastornos psicológicos- comunes en las personas que han sido víctimas de este tipo de abusos.

Intentaré enumerar aquí algunas de ellas:

1 - El silencio

A las personas que han sido víctimas de pederastia, cuando son adultas, les cuesta mucho hablar de ello. Muchas veces no se lo cuentan a nadie, no buscan ayuda en un profesional de la salud mental adecuado y a veces no les gusta que se hable de ello. Hay un pacto de silencio, de callar, de vergüenza por haber vivido esa situación perversa.

Kat Jayne / Pexels

2 - Culpabilidad

La persona que fue víctima de pedofilia en la infancia siente mucha culpa.Hecho.Es obvio que un niño víctima de abuso sexual en la infancia es inocente y nunca culpable.Pero de alguna manera crece con un sentimiento de culpa y se excusa casi siempre por existir.

3 - Castigo

Hay algo intrínsecamente ligado a la psicopatología de la personalidad humana, que es el hecho de que una persona que se siente culpable de algo intenta castigarse, aunque sea inconscientemente, para buscar algún tipo de reparación por el daño que no existe y el acto ilícito que no cometió.

La culpa y el castigo deberían ser exclusivos del agresor -en este caso el pederasta-, pero en el mundo psíquico las cosas no funcionan así.

4 - Rechazo/abandono

Es muy común que las personas que fueron agredidas de niños se sientan rechazadas o abandonadas. Cuando esto ocurre en sus vidas, no saben cómo afrontar la situación. Esto puede deberse al hecho de que la mayor parte de la violencia sexual contra menores ocurre con personas que tienen vínculos estrechos con ellos y que prevalecen con amenazas de algún tipo de daño, como abandono, separación ychantaje emocional para mantener el acto en secreto.

5 - Falta de autoestima y amor propio.

A menudo, el adulto maltratado en la infancia tiene una autoestima muy baja y un amor propio insuficiente. Se pasa la vida intentando buscar la aprobación y el amor de los demás. Teme el abandono. Casi nada de lo que hace es bueno.

Anete Lusina / Pexels

6 - Desarrolla relaciones abusivas

Psicoanalíticamente hablando, el niño víctima de pedofilia desde que crece puede entrar en relaciones amorosas, familiares, sociales y profesionales abusivas y no darse cuenta de ello hasta que está en el proceso terapéutico. Muchas veces el niño incluso intenta hablar, pero depende de quien haya realizado el acto de abuso, si es un ser querido de la familia o alguien con cierto poder económico, político o religioso,Un pequeño porcentaje puede volverse perverso y repetir los actos de abuso, pero no necesariamente.

7 - Tristeza

Un niño que sufre pedofilia es un niño triste, muy triste. Está insertado en un mundo de deseos y sensaciones sexuales que no es apropiado para su fase de desarrollo, debido también a que no todos los abusos son violentos. A menudo puede ser presentado por el pedófilo como una forma de afecto en la que hay que preservar el secreto so pena de algo muy maloLe ocurre al niño. Sabe que algo está mal, pero siente culpa. Siente tristeza y culpa. Dependiendo de cómo se realice el acto, el niño siente deseo, placer (neurológico), tristeza y culpa. La tristeza es el cáncer que prevalece en la vida de la persona que es víctima de la pedofilia.

8 - Vida sexual comprometida

Creo que el ser humano que sufrió esa violencia de niño empieza a tener serios problemas con su sexualidad aunque tenga una pareja que lo ame, y esto ciertamente no depende de su orientación sexual. El problema está en el contacto, en el afecto y en el acto sexual. La desconfianza forma parte de las relaciones afectivas, es difícil creer que alguien lo ama sin el abuso.

Por lo tanto, sólo presentaré algunos síntomas psicopatológicos que provienen de mi práctica de más de quince años observando y estudiando exhaustivamente casos de pedofilia de niños y adultos que fueron víctimas de este delito cuando eran pequeños.

La pedofilia es un delito muy grave y perverso que causa daños físicos y psicológicos, a menudo irreversibles, en la vida de un ser humano.

Liza Summer / Pexels

El hecho de que no hablemos de ello o lo neguemos o incluso lo enterremos en el ataúd del silencio no significa que este horror no esté muy cerca de nosotros y de nuestros hijos.

• Pedofilia: el lobo feroz vive en casa
• Conoce el mapa emocional de Víctimas y Maltratadores Perversos
• Psicoterapia: cómo es la primera sesión
• Síntomas de ansiedad que desconocías
• 5 hábitos para cambiar tu vida

El tema es indigesto, sí, pero es muy actual y, al ser un tema tabú, se propaga como un virus dentro de nuestra sociedad hipócrita, religiosa y patriarcal.

Recomiendo hablar de la pederastia, así como educar y creer a los niños para que la denuncien.

Recomiendo tratamientos y terapias para adultos que en su día perdieron la inocencia y la pureza y la salud mental que merecían a tan temprana edad.