¡Tómate un descanso!

Solemos utilizar este término cuando nos distanciamos por decisión propia de nuestra pareja, "el otro" ha elegido distanciarse de nosotros o incluso ha sido una decisión común. Normalmente esto ocurre en las relaciones amorosas, pero no necesariamente sólo en este caso.
Antes lo veía de forma negativa. Hoy pienso que esa visión negativa que tenía, formaba parte de mi inmadurez para ver las relaciones de forma romántica. Romántica no en el sentido de demostraciones de cariño de las más variadas formas, sino romántica en el sentido de pensar que una pareja que se quiere de verdad debe estar siempre junta.
Y eso no es cierto, porque ¡cuántas veces yo misma no he necesitado una pausa en mi vida! Una pausa con los hijos, con los padres, con ciertas amistades, incluso con los mejores amigos, con los hermanos, ¡en fin! Siempre necesitamos una pausa; si no lo hacemos, si no nos distanciamos de vez en cuando, la vida nos lo hace. Porque esa distancia es necesaria para la evolución humana, para poder tomarse un tiempo de descanso.Hemos vivido la mayor parte de nuestra vida con una prisa frenética, sin pararnos a sentir lo que realmente nos pasa y lo que nos rodea. Simplemente reaccionando a todo lo que se nos presenta cada día. Siendo a menudo injustos, dejando a menudo que nuestro ego tome las riendas de las situaciones. Injustos también con nosotros mismos, no sólo con las personas, eEste "tiempo" nos obliga de alguna manera a pensar, sentir e intuir sobre las situaciones que se han vivido y se están viviendo, por lo que conseguimos tener una visión más honesta, más real y -por qué no- más ligera de las situaciones.

Christian Lue / Unsplash
Hablando ahora de relaciones amorosas, este "tomarse un respiro", por supuesto, tiene que hacerse con respeto para que funcione; no es una oportunidad para la infidelidad ni para trasnochar; al contrario, es una oportunidad para la introspección, quizá para ver a un terapeuta o a un mejor amigo, para desahogarse, pero, sobre todo, es un momento para escucharnos a nosotros mismos, para estar en silencio. También creo que podemosObservar la carencia (o no) que nos hace el otro, los puntos positivos y negativos de nuestra relación, la luz y la sombra de nuestra pareja, y luego elegir o no continuar esta relación.
Independientemente de esa elección, cuando sigamos adelante será con mucha más ligereza, certeza, amor y compromiso con nuestras elecciones.
También le puede interesar
- Sigue 7 pasos para seguir siendo feliz tras una ruptura
- Afrontar una ruptura de la mejor manera posible
- Consejos para acabar con el estrés en las relaciones
- No, no correrá detrás de ti
- Aprender a seguir adelante tras el fin de una relación
- Sobre el comportamiento tóxico y por qué debe mantenerse alejado
Y entonces, si elegimos permanecer en pareja, tendremos un nuevo encuentro, mucho más ligero y feliz, porque tendremos una nueva mirada sobre nosotros mismos y sobre esa persona que fue elegida de nuevo - y esta vez elegida con tanta presencia, con menos pasión, pero con más amor y certeza, para seguir juntos en esta aventura que es vivir.