Todos formamos parte del mismo universo. El universo, a su vez, se encarga de repartir destinos entre todos los seres vivos que lo habitamos. Nuestro destino ya está escrito, pero la forma de actuar hasta alcanzarlo depende de cada uno de nosotros. Y nuestras acciones generan consecuencias, también conocidas como karmas.

Los karmas no son ni más ni menos que la reacción por cada acción. Todo lo que hacemos genera consecuencias buenas, malas o neutras. Comprender el karma significa entender y aceptar que nada ocurre por casualidad y que no existe la suerte o la mala suerte, sino que hay una reacción a nuestras acciones, en esta o en otras vidas.

Pero, hay mucho más que saber sobre los karmas. Y conocerlos y sus leyes nos ayuda a vivir de una forma más pacífica, plena y fluida. Así que, aprendamos más sobre las 12 leyes del karma... Créeme, pueden cambiar tu forma de ver el mundo y, en consecuencia, cambiar tu vida.

La ley principal del karma

Causa y consecuencia: todo lo que haces genera consecuencias. En otras palabras, lo que hagas volverá a ti, ya sea de la misma forma en que lo hiciste, o de otra forma lo suficientemente justa. Por ejemplo: si quieres una relación sincera, no mientas y si quieres la paz, sé pacífico. De nada sirve desear el bien si haces el mal (aunque sea para pagar una injusticia o vengar algo queocurrió, por ejemplo).

La ley de la creación

De nada sirve quedarte quieto y esperar a que algo suceda en tu vida, es necesaria tu participación para que tu destino se consuma. Sé tú, pero de verdad, la mejor versión de ti. No olvides que tu vida es literalmente tuya y por lo tanto mereces vivir como quieras, siempre y cuando recuerdes la ley anterior: lo que haces vuelve a ti.

La ley de la humildad

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En otras palabras, todo aquello que debería ser tuyo pero que rechazas porque piensas real y verdaderamente que no merece ser tuyo, seguirá contigo hasta que tu espíritu entienda que es el momento adecuado para aceptarlo. Así que no tengas prisa, sé lo suficientemente humilde para reconocer que aún no estás preparado para ciertas cosas.

La ley del crecimiento en el karma

No importa dónde estés, hayas estado o vayas a estar, como tampoco importa quién esté, haya estado o vaya a estar a tu alrededor. Tu crecimiento espiritual depende única y exclusivamente de ti. Cuando comprendemos esto y empezamos a crecer de forma sincera, nuestra vida sigue el crecimiento de nuestro espíritu.

La ley de la responsabilidad

Si algo va mal en tu vida, significa que algo va mal en ti. Todo lo que hay en tu vida es responsabilidad tuya, aceptas o rechazas lo que te rodea y tus decisiones se reflejarán inevitablemente en lo que te ocurrirá.

La ley de la conexión y el karma

Todo en el universo está conectado: la naturaleza, los seres humanos, los animales, la tecnología, absolutamente todo. Por lo tanto, incluso las acciones intrascendentes generan consecuencias para la persona que las realizó y para todo y todos los que rodean a esa persona, en este caso, tú.

La ley del enfoque

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No debes pensar en dos cosas al mismo tiempo. Tu mente merece centrarse en un solo tema a la vez, sea cual sea. Cuando nuestro enfoque es el dinero, es imposible tratar de evolucionar espiritualmente. Cuando nuestro enfoque es evolucionar espiritualmente, es imposible pensar en posesiones materiales.

La ley del don y la hospitalidad

Dar significa ayudar a los demás, aunque sean menos afortunados que tú. Pero más que eso, dar demuestra que te preocupas por hacer un mundo más igualitario y justo; por supuesto, las donaciones deben dirigirse a quienes realmente las necesitan.

La ley del aquí y ahora

Vivir en el pasado nos impide experimentar las verdaderas sensaciones de los sentimientos y las emociones. En otras palabras, quedarnos anclados en el pasado, en las costumbres, las normas y los pensamientos de antaño, nos limita a vivir una vida sin vida. Sólo existes, pero no sientes, no vives y no experimentas.

La ley del cambio en el karma

Si algo malo sucede una y otra vez en tu vida, debes saber que seguirá sucediendo hasta que aprendas la lección que necesitas aprender para cambiar ese hecho, y esto puede suceder con cosas muy pequeñas o con cosas muy grandes.

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La ley de la paciencia y la recompensa

Para que haya recompensa, debe haber trabajo previo. En otras palabras, no recibirás recompensa -no importa en qué área de la vida- cuando no trabajes para que suceda. Y las mejores recompensas llegan cuando estamos haciendo lo que realmente deberíamos estar haciendo.

La ley de la inspiración y el sentido del karma

Todo lo que te llega es el resultado de lo que has hecho en tu vida. El verdadero valor de algo o de algo es, para ti, el resultado directo de la energía que has depositado en la situación u objeto en cuestión; en otras palabras, el significado de cada cosa en el universo varía para cada persona.